Unos cuantos paseos para principiantes
Te ofrezco unos paseos cortos, que forman parte de caminatas de mayor calado, muy propios para no experimentados en el arte de la caminata.
Entre menos de 1 y unos 6 kilómetros, se presenta una docena de paseos con bajo nivel de dificultad, casi todos en terreno llano. Quizás sea esta la crónica más valiosa de todas las de pateos que presento, ya que la propuesta es para principiantes, de modo que, quizás, podría nacer en ti, primerizo, el interés por caminatas de mayor calado. Y, si no, deja que te cuente. Hace un buen puñado de años, yo era un hombre sofá y decidí dejar de serlo. Empecé por caminar cinco minutos cada día: ¿cómo lo haces?, me preguntaban mis amistades; pues salgo de mi casa a caminar, y cuando llevo 2 minutos y medio andando, doy la vuelta. En la actualidad, todos los paseos que te cuento en esta web, los he realizado yo mismo, incluyendo las grandes caminatas de más de 30 y 40 kms. Así que, ¡animo amig@!
1.Mirador de Vallehermoso desde los Risquillos de Corgo.-
En el primer paseo que te propongo, debes aparcar en la entrada de la cañada de las Creces, muy cerca de Corgo, en la carretera GM–2, en las cercanías de su encuentro con la GM–1, en Apartacaminos. Se encuentra señalizada. No obstante, trataré de ayudarte. Es un punto equidistante de la entrada a Las Hayas y Chipude, por una parte, y del centro recreativo del Raso de la Bruma, por otra, ambos señalizados. Hay un espacio habilitado para unos cuantos aparcamientos y una marquesina de la parada de la guagua, al margen.
Desde este lugar, para llegar al mirador de los risquillos de Corgo (señalizado), desde el que se puede divisar el pueblo de Vallehermoso, cuando el mar de nubes lo permite, así como una parte importante de la selva de Garajonay, se caminan unos 300 m, o sea, que la ida y vuelta no alcanza el kilómetro. Pero ese pequeño recorrido es muy fructífero, está inmerso en el monteverde y puedes apreciar, en el mismo, una buena variedad de los árboles de la laurisilva gomera (haya, brezo, aceviño, laurel, palo blanco y follao, cuando menos), además de disfrutar de unas espléndidas panorámicas que te garantizan unas excelentes fotos.
2. Jardín de las Creces.-
Este breve paseo lo puedes complementar con otro, partiendo del mismo lugar, pero en sentido contrario, hacia la cañada de las Creces y las Hayas. El jardín de las Creces, a unos 700 m de la carretera, aproximadamente, en primavera, cuando los geranios silvestres o patas de gallo se encuentran en flor, es un auténtico regalo a los sentidos. Además, se encuentran habilitadas unas mesas y asientos para sacar la pelota gofio y el trago vino y hasta unas cartas para echar un envite, si se tercia.
3. Del arboreto de Meriga a la presa.-
Un paseo de escaso desnivel, aparcando en el arboreto de Meriga y dirigiéndonos a la presa, que podemos bordear, en todo su recorrido, para volver al punto de partida, sin alcanzar los 2 kilómetros de recorrido, es otra excursión sencilla, que te garantiza un baño de bosque (shinrin-yoku en japonés y mandarín, y Sanlimyok en coreano), con escasa inversión de tiempo. Si puedes tumbarte bajo los árboles y poner la mente en blanco, la experiencia supera, casi, la de cualquier diván del mundo.
4.Chorros de Epina.-
Otro paseo arranca de las cercanías del bar restaurante Los Chorros de Epina, en el mismo margen de la carretera, a unos cien metros de distancia, en la carretera GM–1, entre Macayo y Apartacaminos. Puedes bajar por la pista forestal que conduce a la ermita de San Isidro, ver el entorno de la misma, donde se celebra la fiesta de San Isidro Labrador, el 15 de mayo, y la advocación de la vírgen del Carmen, en agosto; y, luego, bajas al bello paraje de los Chorros de Epina, donde se encuentra un mino de agua procedente del acuífero del monte. Tiene siete chorros y cuenta con diversas leyendas en torno a las propiedades del agua, que nos indican la importancia que este recurso ha tenido en la economía histórica insular. También hay espacios adecuados para una buena comida en grupo, a la sombra de los inmensos y vetustos acompañantes. El regreso lo puedes hacer por un camino que asciende bajo la pista, en paralelo a la misma, para llegar al mismo punto. El recorrido total, en torno al kilómetro.
5.De Epina a la Meseta de Vallehermoso.-
Uno más, partiendo del mismo lugar, nos conduce a la pista de la meseta. Cuesta un poco encontrar el sendero porque la señal está escondida, entre el ramaje de la arboleda. Está justo en frente de la bajada a la ermita de San Isidro y los Chorros de Epina, al otro margen de la carretera GM-1. Su recorrido es de 1,5 kms, y se trata de una bajada, en casi todo su recorrido, con unos 200 m de desnivel (superior al 10%, por tanto). Así pues, requiere algo más de cuidado que los paseos anteriores. Se puede hacer, también, en sentido inverso, una subida. O se puede hacer la ida y vuelta, disfrutando, en medio, de una suculenta merienda y de un hermosísimo parque forestal. Pero, requiere un mínimo nivel de preparación.
6. Paseo por la Meseta de Vallehermoso.-
Abundando, otro paseo que propongo, para principiantes, se desarrolla a lo largo de la pista de la meseta, que se despliega en llano, en su totalidad, y que alcanza los 5 ó 6 kms, en toda su longitud, hasta la presa de Gallo, arrancando de la GM-1, un poco más abajo del restaurante los Chorros de Epina, en dirección a Vallehermoso, aproximadamente a unos 2 kms de aquél, con un amplio espacio en su arranque para aparcar. Si bien la pista alcanza la longitud dicha, puedes dar la vuelta cuando lo estimes pertinente y darle la amplitud que desees, o bien, pueden ir a recogerte con un vehículo al efecto, ya que se trata de una pista forestal, con escasísimo tránsito. De cualquier modo, te recomiendo llegar, al menos, a las dos primeras cañadas (entre 1 y 2 kms), muy cercanas al lugar llamado “Piedra encantada”, lugares apropiados, también, para tender un mantel y sacar el desayuno, disfrutando del mino de agua, la sombra de la arboleda, el canto de los pájaros y la emergencia del basalto.
7.Pequeña circular entre Corgo y el Raso de la Bruma.-
En el mismo punto de partida que los paseos 1 y 2 de esta crónica, buscamos un indicativo que señala hacia Vallehermoso y, al llegar a los Risquillos de Corgo, el camino se abre en Y, ofertándonos dos opciones, la continuidad, bajando, hacia Vallehermoso, o el ascenso hasta el Raso de la Bruma, siendo éste el que te sugiero en este hermoso paseo. El ascenso nos ofrece un espectáculo arbóreo y de helechos, como pocos lugares en el bosque. Alcanza el centro recreativo del Raso de la Bruma y vuelve sobre tus pasos, para regresar, ahora, por un sendero paralelo a la carretera GM-2, hasta el punto de partida, que, en su trayecto incluye el acceso al mirador de Vallehermoso, desde los risquillos de Corgo (primer paseo referido en la presente crónica). Este recorrido triangular no alcanza los tres kilómetros en su recorrido total y, sin embargo, en tan escaso paseo, nos brinda un espectáculo inefable.
8.Del Raso de la Bruma a la Cañada de Jorge y vuelta.-
Partiendo del centro recreativo del Raso de la Bruma, situado en la carretera dorsal GM-2, cerca de Apartacaminos y de Corgo, lugar en el que puedes aparcar, un indicativo te dice cómo bajar hasta el fondo de la cañada de Jorge, por un camino espléndido, pero que no deja de ser una bajada. Así que, afianza el paso, amig@. El regreso lo debes hacer, una vez cruzada la cañada, buscando la misma carretera GM-2, en el cruce que te oferta llegar hasta Arure, opción que debes descartar. Llegarás a la carretera dorsal, en un punto más cercano a Apartacaminos. En este lugar, debes tomar la dirección del Raso de la Bruma, cerrando un rectángulo irregular, cuyo último lado transcurre junto a la carretera GM-2, para alcanzar el punto de partida, totalizando entre 3,5 y 4 kms, más o menos.
9.De Corgo a las Hayas por la cañada y vuelta por la pista.-
Con el mismo punto de partida que los paseos 1, 2 y 7 de la presente crónica, dirígete, primero hacia el jardín de las Creces (paseo 2), y, cuando lo alcances, tendrás dos opciones, una pista forestal, rodada por vehículos de servicio, sólo, y un camino que transcurre por el cauce de la propia cañada de las Creces. Toma este último. Disfruta, bajando, del hermoso cauce, cual si de un parque forestal se tratara. Observa que, junto al camino, transcurre una acequia, en desuso, que, tiempo atrás, supuestamente, fue usada para la irrigación de los campos, cañada abajo, lo que, por otra parte, no deja de causarme tremendo asombro, dada la presencia, allí mismo, a unos metros escasos, del cauce del barranco. Como no he conseguido a nadie que me explique la necesidad de la construcción de esta infraestructura, todo lo que te pueda decir de la misma, no dejarían de ser especulaciones. Así que, pensemos lo que queramos. Cuando el camino se bifurca, tras un kilómetro y pico de recorrido por la cañada, te da dos opciones, Arure y Las Hayas. Toma esta última y cuando alcances el caserío de Las Hayas, entra en el mismo y pide un buen trago de vino de la zona. Así estarás contribuyendo a la limpieza y cuidado de los viñedos que circundan el monte, los mejores cortafuegos. Una vez que hayas satisfecho la sed, vuelve, sobre la pista forestal, al jardín de las Creces, primero, y al punto de partida, después, para cerrar esta caminata que ronda los cinco kilómetros y el par de horas, dependiendo de lo que hayas invertido en el vinito. ¡Salud!
10.De Corgo a los Barranquillos.-
Una excursión que se desarrolla, también, en llano, en su totalidad, y le puedes dar la dimensión que desees, es la que transcurre entre la entrada de la cañada de las Creces, a la altura de Corgo, en paralelo a la carretera GM-2, hasta el Raso de la Bruma, donde nos obliga a cruzar la carretera para seguir acompañándola, por la otra banda, hasta la cañada de Jorge, primero, y hasta el mirador de los Barranquillos, de Alojera, a continuación, tras volver a cruzar la carretera, en este caso la GM-1. Este paseo, en todo su recorrido, alcanza entre 4 y 5 kms, más o menos.
Cuando llegas a la entrada a la cañada de Jorge, para encontrarlo, hay que aguzar los sentidos, pues está camuflado, con unos gajos de árboles atravesados, y sin señalización alguna. No obstante, desde que caminas 20 ó 30 metros, descubres un sendero delimitado, en todo su trayecto, con troncos a ambos lados, y de una factura impecable, con la excepción de algún que otro árbol caído, atravesado, que debes sortear. Exactamente igual te ocurre si haces el pateo a la inversa, cuando tratas de encontrar este camino en el aparcamiento que se encuentra a la altura del mirador de los Barranquillos, en la carretera GM-1. También está camuflado, el camino, y hay que buscarlo. No obstante, te recuerdo algo que ya hemos dicho, cuando nos referíamos a la red de carreteras y caminos de la isla. Los senderos no señalizados no están permitidos y, si te accidentas en cualquiera de ellos, puedes tener problemas. Si tienes un seguro de montañismo, podría inhibirse en estos casos. Si pateas por ellos, pues, lo haces bajo tu exclusiva responsabilidad.
11.Circular partiendo de la Laguna Grande.-
La Laguna Grande es un centro recreativo, lugar donde se cruzan caminos procedentes de todos los pueblos. Así pues, abre el ojo. No obstante, la buena noticia es que están todos debidamente señalizados. Pero, como conforman una red, es fácil confundirse. Para el pateo que te propongo, que alcanza entre 4 y 5 kms, aproximadamente, debes partir en dirección a Contadero y alto de Garajonay, paralelo a la carretera dorsal GM-2 y a escasa distancia de la misma, transcurriendo, en diversas ocasiones, el sendero, como si fuese el arcén de la mentada vía. Cuando llegues a un cruce de caminos en el cual te dan las tres opciones siguientes: 1. Alto de Garajonay y Contadero, 2. Casa Forestal y 3. El Cercado, tomas esta última dirección, que, en poco más de un kilómetro, se abre, nuevamente, en dos alternativas, la presa de la Malecita y el Cercado, a la izquierda, y la Laguna Grande, a la derecha, siendo, lógicamente, ésta última opción la que coronará nuestra sencilla y hermosa ruta. La puedes culminar visitando el hermoso restaurante de la Laguna Grande, un comedor acristalado, inmerso en la selva de laureles. ¡Único!
12. Subida de Contadero al Alto de Garajonay.-
Entrando en un pelín de dificultad algo mayor que los anteriores, está el pateo que arranca desde Contadero, un lugar con un pequeño aparcamiento al margen de la carretera GM–2, situado entre el cruce de Pajaritos y la Laguna Grande. Subimos al punto más elevado de la isla, el alto de Garajonay, desde el que se pueden apreciar todas las islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, así como la isla de Gran Canaria, además de una gran extensión de la selva gomera. La longitud es de 1,3 kms, pero el desnivel es de 140 m, algo superior al 10 %. Y hay que hacer la subida y, obligatoriamente, la bajada, salvo que quieras reproducir lo que hicieron los amantes, según la archiconocida leyenda de Gara y Jonay, cosa que te aconsejo reconsiderar.
¡Salud y buen paseo / pateo, amig@!