Dos caminatas altos de Agulo
1. Vallehermoso, Las Rosas, Juego Bolas, por el Roque Cano, vuelta por Ambrosio
2. Las Rosas, Juego de Bolas, La Palmita, Meriga, Quebradón, Cruz de Tierno, Presa de Amulahuique, Presa de Raso Volteado, Las Rosas
2 y 3/2/2021
La vaguada atlántica me ha tenido clavado ayer y hoy, por viento y lluvia. Pero martes y miércoles, 2 y 3 de febrero, sí que caminé.
El martes fui de Vallehermoso a Juego de Bolas y el miércoles de Las Rosas a Meriga, en ambos casos de ida y vuelta, tal como paso a detallarte.
El primer día hice un anillo, desde Vallehermoso hasta las Rosas y Juego de Bolas, subiendo por el Roque Cano y bajando por el lugar de Ambrosio y la presa de la Encantadora, para regresar a casa, totalizando unos 20 kms de andadura con un ascenso de 600 metros aproximadamente.
Y el segundo día partí de Las Rosas y, a través de La Palmita, me dirigí hasta el arboreto de Meriga, en las proximidades de la presa del mismo nombre, para, luego, subir hasta el raso del Quebradón, pasando por el mirador del lomo del dinero, ese lugar desde el que acostumbra a divisarse una gran masa forestal del parque Garajonay, aunque antier estaba completamente cubierto por el mar de nubes y no se veía un palmo.
Desde el raso del Quebradón bajé hasta Cruz de Tierno, camino de la presa de Amalahuique, desde donde ascendí por el barranco de la presa de Raso Volteado, para llegar nuevamente a las proximidades de Meriga y, desde ahí, bajar, definitivamente, al Tanquito, un lugar, con ese nombre conocido, entre Las Rosas y Juego de Bolas, totalizando un poco más de 21 kms, con un menor ascenso, unos 400 metros. En los dos días, tres presas: la Encantadora, Amalahuique y la del Quebradón.
En el camino pude disfrutar de espléndidos días, con mucho mar de nubes en la vertiente nordeste, que se fue aclarando a medida que pasé a la vertiente noroccidental, al traspasar el raso del Quebradón. También pude apreciar la flora y los cambios que está experimentando el bosque, pues hay especies que ya están floreciendo y algunas que están fructificando. Por ejemplo, el brezo, que para la crónica anterior no encontré ni uno en floración, apenas un mes más tarde se encuentran casi todos engalanados, como se puede apreciar en alguna de las imágenes que acompaño.
El bosque es un lugar vivo, y la visita de cada día es diferente, cuando no es el desarrollo herbáceo, arbustivo o arbóreo, es el estado del suelo, el clima o es tu propio estado de ánimo, aunque, respecto a éste, en general, las caminatas, lo único que consiguen es mejorarlo, siempre. Es el famoso baño de bosque, tan archinombrado por los japoneses (shinrin yoku) y coreanos (sanlimyok). De ambas caminatas hice un montón de fotos y en la presente crónica te ofrezco las que he seleccionado.
Follao en flor
Frutos del follao