Follao
Vamos a continuar con el abordaje de la flora arbórea, tal como venimos haciendo. Nos habíamos propuesto la meta de conocer, para empezar, sólo diez árboles, a saber, acebiño o aceviño, barbuzano o barbusano, brezo, follado o follao, haya, loro o laurel, mocán, palo blanco, tilo y viñátigo. Hemos visto los tres primeros.
Así pues, hoy vamos a ocuparnos del FOLLADO o FOLLAO (Viburnum rigidum, por algunos autores considerado como viburnum tinus o también viburnum rugosum), cuya denominación vernácula nada tiene que ver con el participio del jugoso verbo, pues el origen de su nombre es portugués, en cuyo idioma la hoja se expresa como “folha”, y, resultando que este árbol tiene unas hojas muy características y grandes, que ayudan a distinguirlo, sin duda, esta cualidad originó su denominación.
Puede alcanzar hasta los 7 metros de altura, siendo sus ramas, marrón rojizas, por abajo, erectas, y que forman una especie de parasol.
Aporto la ficha del arbol de la web http://www.floradecanarias.com/
para mayor abundamiento.
Las hojas son coriáceas, simples, opuestas, vellosas por ambas caras y de hasta 10-20 cm de longitud y 5-8 cms de anchura, con borde entero, ápice agudo o acuminado y cubiertas por una fina vellosidad por ambas caras, que las hace rugosas y típicamente ásperas al tacto.
La floración es sumamente vistosa. Los capullos, rosados, y las pequeñas flores, blancas, de unos 6 mm, llaman mucho la atención, ya que aparecen en densos y grandes racimos de 10-15 cm de diámetro, en forma de umbelas (inflorescencias en que los pedúnculos arrancan de un mismo punto y se elevan a igual altura, formando una especie de paraguas) de 10-15 cm de diámetro.
Los frutos son carnosos, como drupas globosas algo alargadas, de 6-7 mm de longitud y de color marrón oscuro, que, al madurar, en otoño, se vuelven de un azul purpúreo morado o negruzco.
Follao en flor
Frutos del follao