De Vallehermoso a la Meseta, Contadero,
las Mimbreras y Las Rosas
8/11/2020
Ayer sábado 8 de noviembre era buen día para celebrar que habian pasado 9 meses exactamente desde que pasé consulta, por última vez en Chipude, el pasado viernes 7 de febrero. Aunque la verdad, no hay por qué celebrar nada, solo disfrutar andando. No ha llovido ni nada, desde entonces, y no me refiero precisamente al preciado líquido.
Pues el asunto es que había quedado con dos acompañantes para hacer esta caminata, pero una de ellas renunció el día anterior y el otro el mismo día, así que de 7 (hora prevista para partir) a 8 me pasé debatiéndome si iniciarla o no.
A las 8 en punto arranqué de mi casa con 3 litros de agua en la mochila, aparte dos plátanos, media docena de nueces y otra media de higos pasados, ropa de abrigo e impermeable. La mochila pesaba que jode o por lo menos a mí me lo parecía.
Arranqué por el camino de Macayo, para subir a la carretera general GM-1, a la altura de la meseta y tomar la pista que conduce a la Presa de los Gallos. En el transcurso de esta pista se pasa por las proximidades de la Piedra Encantada, enclave que se muestra en las fotos y que es una cañada con material basáltico y con una fuente de agua, que por suerte estaba manando ayer por la mañana; y cuya visita, para pasar una mañana o una tarde o hacer una comida es muy recomendable, a mi humilde entender. En días pasados he podido comprobar que también están manando los chorros de Epina, así como el "mino" del Teón, en las proximidades de Roque Blanco, cuando hace un mes estaban secos todos ellos.
En las proximidades de la presa de los Gallos, tomé el camino que conduce de nuevo a la carretera principal GM-1, a la altura del Raso de la Bruma o de la Cañada de las Creces, porque se desdobla en Y justo en los Risquillos de Corgo, otro lugar cuyo "mino" ayer encontré manando agua y que unos días antes, de esta misma semana, se encontraba seco, desde hacía meses. Llegado a las Creces, me dirigí hacia la Laguna Grande a través de la carretera dorsal GM-2, para continuar a Contadero y bajar por el camino que lleva a Las Mimbreras y la ermita del Cedro, donde tomé la pista de tierra que atraviesa este bosque para, pasando por Los Aceviños, llegar a Meriga, La Palmita y Las Rosas, donde tomé la guagua para regresar a casa, ya que eran casi las 7, había anochecido, hacía frío y hambre -el potaje de berros supo a gloria-.
Llegando casi a Meriga hay una cañada con unas características geológicas y morfológicas que me recuerdan bastante a la Piedra Encantada de la Meseta, y que, aunque las fotos quedaron algo oscuras, muestro con el panel de imágenes que adjunto; y que también, ayer, manaba agua. Huelga decir que el barranco del Cedro bajaba bien entonado y puedes apreciarlo en alguna imagen. La verdad es que ese arroyo no lo he visto nunca seco, pero tampoco había visto secos, nunca, los chorros de Epina, hasta este agosto, y los vi.
Bueno, en total, durante casi 11 horas, recorrí 42 kms, hice 60.000 pasos y ascendí 1.100 metros, más o menos. ¡Hoy toca descanso! No está mal una caminata así, de vez en cuando... elimina todo el óxido que se va acumulando en el ínterin y supera, con mucho, a cualquier somnífero. Cuando quieras acoplarte, avisa. Un abrazo.