La Meseta, Mirador de Alojera y Raso de la Bruma
10/5/2020
Arranqué de Vallehermoso a las 6 de la mañana. Subí hasta Los Loros por la pista del Barranco del Ingenio. La abandoné a los 4,5 kms aproximadamente, después de la última casa, una vivienda rural, para tomar el camino de la Presa de Los Gallos. Hay dos caminos, uno que va por el barranco y otro que va por la ladera de la montaña. El del barranco está muy obstruido por maleza. Subí por el otro. Después de subir kilómetro y medio, más o menos, llegué al cruce de la pista de la meseta, con lo cual había ascendido, desde el comienzo, unos 400 ó 500 m. Este cruce recibe el camino por el que yo subí, que viene de Los Loros, el que procede desde la Cañada del Corte y el Risco del Capitán, el que sube hasta los Risquillos de Corgo, Raso la Bruma y Cañada de las Creces, y la pista de La Meseta, que alcanza, en menos de 1 km, la presa de los Gallos en un sentido (SE), y en unos 4,5 kms, en otro sentido (NW), la carretera general que viene de Apartacaminos y Epina, Alojera, Tazo, Arguamul a Vallehermoso (carretera GM-1).
Llegado aquí, atravesé la pista de La Meseta hasta unos 100 ó 150 m antes de el cruce con la carretera GM-1, donde tomé un camino que me llevó, en kilómetro y medio más o menos, a la zona de Epina, donde se encuentra la Ermita de San Isidro y los Chorros de Epina. A esta altura tenia recorridos unos 12 kms, más o menos, con un ascenso total de 600 metros.
A la izquierda de la ermita, en el sentido de la marcha, tomé un camino no señalizado, incluso con troncos atravesados para disuadirte de utilizarlo, pero que está muy bien, y subí al palo que salta, un lugar así llamado porque las copas de los árboles de un lado y otro de la carretera se entrecruzan, sobre la misma, dando la impresión de que los árboles pasan de un lado a otro de la carretera; y, luego, a la cumbre sobre Alojera. Atravesé sus tres hermosas cañadas, pasando por diversos miradores naturales, hasta llegar al conocido como Mirador de los Barranquillos. A estas alturas había recorrido 14 kms y ascendido 800 m.
Desde este punto, volví a atravesar la carretera GM-1, buscando otro camino que tampoco está señalizado, y que arranca de un espacio para aparcamientos que hay justo donde acaba el camino que procede del mirador. Es un camino fantástico y te lleva a la Cañada de Jorge, 1 km más allá, con todo el transcurso del mismo señalizado con troncos a ambos lados del camino y de muy bella estampa y muy fácil recorrido. El asunto es encontrarlo. Cuando llegué a la Cañada de Jorge llevaba recorridos unos 15 kms.
Ahí si existe una señalización hacia el Raso de la Bruma, que está un kilómetro más adelante, donde crucé de nuevo la carretera GM-1, para tomar el camino en dirección a Vallehermoso. Es un camino que está señalizado y que 300 m. aproximadamente más adelante se abre en Y. Una rama te indica como llegar a la Cañada de las Creces y Las Hayas. La otra, que es la que yo tomé, indica hacia Vallehermoso, pasando primero por los Risquillos de Corgo, un kilómetro más allá del Raso de la Bruma, poco más o menos. A estas alturas de la caminata ya llevaba 17 kms recorridos. Bajando desde los Risquillos de Corgo hacia la meseta hay unas amplísimas vistas de la selva gomera, así como de la presa de Los Gallos, que hoy por la mañana la divisé con el menor contenido de agua que nunca la había visto. Este ha sido un invierno (2019-20) de escasas lluvias. Un kilómetro y pico de bajada en total, desde los Risquillos de Corgo me llevaron, de nuevo, al cruce de la meseta que había abordado, por la mañana, en la subida.
Y entonces volví sobre mis pasos del amanecer, primero bajé a Los Loros, y luego, por la pista del barranco del Ingenio, volví a llegar a casa. Cuando lo hice era la 1 del mediodía. Había recorrido 25 kms. Había ascendido 800 metros y los había vuelto a descender. Y ya no me temblaban las piernas, en bajada, como había ocurrido en la primera gran caminata de la desescalada, una semana antes. Ahora, el mapa y las fotos seleccionadas de la ruta. Y mañana, si Dios quiere, descanso.