Palo blanco

Sigamos con el archivo de conocimiento de la flora arbórea del parque nacional Garajonay que hemos seleccionado. Ya hay siete especies que hemos considerado y las recordamos: acebiño, barbuzano, brezo, follao, haya, laurel y mocán. Nos faltan palo blanco, til y viñátigo. 

 

Vamos, hoy, con el PALOBLANCO (Picconia excelsa). Se trata de un árbol de la familia oleaceae y aspecto lauroide. Su tamaño depende del emplazamiento de cada pie: en áreas expuestas y poco húmedas crece como arbusto, de entre 3-6 metros; en zonas frondosas de la laurisilva, en cambio, se convierte en un árbol de hasta 15 m de alto, con tronco grueso, recubierto de corteza verrucosa y espeso follaje siempreverde.

 

Son varias las señales que ayudan a identificar al palo blanco entre el abundante, y a veces muy parecido, arbolado de la Laurisilva. En primavera destaca por su blanca y abundantísima floración, que recubre, casi por completo, a los ejemplares más jóvenes; en verano y otoño es inconfundible por sus grandes racimos de frutos violáceos; finalmente, en invierno, sin flores y sin frutos, hay que fijarse en sus hojas: opuestas, a diferencia de las de las demás especies que hemos considerado, que son todas de hojas alternas, a excepción, también, del follao. Seguimos con las hojas del paloblanco, que son coriáceas, con los bordes recurvados hacia el interior y de color verde oscuro, brillante, sin agallas ni glándulas, de contorno ovalado y hasta 12 cm de largo. En las cicatrices de las hojas caídas se forman unos puntos blanquecinos, fenómeno que parece haber dado pie al nombre vernáculo de esta especie.

 

Sus diminutas flores, de apenas unos 5 mm de diámetro, se agrupan en densas inflorescencias algo colgantes; su corola aparece dividida en cuatro lóbulos profundos, entre los que destacan dos grandes anteras de color amarillo. Los frutos son drupas carnosas, violáceas o negras, del tamaño y aspecto de una aceituna deformada de unos 2 cms, conteniendo una gran semilla en su interior.

 

Esta especie se trata de un endemismo de Canarias y Madeira, propio de laderas soleadas del monteverde, aunque desciende en ocasiones hasta zonas húmedas de los bosques termófilos. Su presencia debió ser mucho más abundante en tiempos pasados. La floración se produce a finales de invierno y primavera. Los frutos suelen madurar a lo largo del verano. Se reproduce por semillas. Su madera, sólida, casi incorruptible y de coloración rosácea, la utilizaron los carpinteros para fabricar ejes de carretas, aperos de labranza y otros. En la Gomera se ha utilizado en labores de repoblación forestal.

 

Junto a una serie de imágenes seleccionadas de las caminatas referidas y otras del pueblo de los Aceviños, del centro de visitantes de Juego de Bolas y del arboreto y la presa de Meriga,  aporto la ficha del arbol de la web http://www.floradecanarias.com/

así como algunas imágenes de flores y frutos de palo blanco extraídas de las webs 

medioambienteencanarias.wordpres.com

plantasyhongos.es