Tilo
Vamos a seguir completando nuestro archivo de conocimiento de la flora del monteverde del parque nacional Garajonay que hemos seleccionado. Ya hay ocho especies que hemos considerado y las recordamos: acebiño, barbuzano, brezo, follao, haya, laurel, mocán y palo blanco. Nos faltan, pues, el tilo o til y el viñátigo.
Vamos hoy con el TILO o TIL (Ocotea foetens). Se trata de una especie de la familia de las lauráceas que puede alcanzar los 30 ó 40 m de porte, siendo el tronco rugoso, pardo oscuro y muy ramificado y su copa globosa, amplia y frondosa. Tiene hojas lanceoladas de color verde oscuro, brillantes que alcanzan los 10 ó 12 cm de longitud, con unas glándulas o abultamientos en la base, a ambos lados del nervio principal, que ayudan a diferenciar el til de otros árboles de la laurisilva. Sus flores de 6 pétalos blanco verdosas o amarillentas forman racimos fragantes, siendo sus frutos bacciformes, y pueden alcanzar hasta los 3 cm de longitud, de color verde intenso al principio y morados o negruzcos al madurar, cubiertos en la base por una especie de copa o cáliz, como una abrazadera o cúpula verdosa y persistente que recubre la parte inferior a la manera de una bellota, lo que también ocurre con el fruto del barbusano.
Es un árbol endémico de los archipiélagos macaronésicos y se encuentra en todas las islas del archipiélago canario, excepto Fuerteventura y Lanzarote, así como en Azores y Madeira. Se trata de una especie característica de los bosques de laurisilva.
El espacio que reúne las condiciones para la aparición de este árbol lo constituyen las zonas más profundas y húmedas de los bosques de laurisilva, ya que para desarrollarse necesita que tanto el suelo como el ambiente presenten mucha humedad. Aparece a 600-900 m de altura. Los mejores ejemplos de bosque de monteverde (laurisilva y fayal-brezal) del archipiélago canario los podemos encontrar en Garajonay (La Gomera), en Anaga y el Monte del Agua (Tenerife), y los barrancos del noreste de La Palma, sobre todo en el barranco de Los Tilos. En las demás islas, quedan tan solo algunos rastros de lo que en su día fueron extensiones mayores de laurisilva, como los Tilos de Moya (Gran Canaria) y la zona alta de El Golfo (El Hierro). Precisamente en esta isla, Garoé, el árbol sagrado que ha dado lugar a numerosas leyendas, era un tilo y se halla en el municipio de Valverde.
La leyenda cuenta que los bimbaches, aborígenes de El Hierro, veneraban este árbol, al que consideraban sagrado ya que les proporcionaba el agua necesaria para vivir. Quisieron mantener esta cualidad en secreto durante la conquista pensando que si los españoles no encontraban agua potable se marcharían, pero una joven isleña se enamoró de un español y se lo mostró, traición por la que fue asesinada. Poco después, capturaron al último Mencey de El Hierro y a los que resistían y defendían la isla hasta entonces. El apreciado como el mítico Garoé era un ejemplar del pueblo de Isora derribado en 1610 por una fuerte tormenta. En el mismo lugar los vecinos plantaron otro til para homenajear al árbol santo.
El tilo ha tenido siempre una función importantísima como recurso hidráulico. Es unos de los actores fundamentales del fenómeno natural de la lluvia horizontal, ya que, a través de la condensación, las hojas y las ramas del árbol recogen el agua que traen los alisios y que se queda en las nieblas del mar de nubes.
Junto a una serie de imágenes seleccionadas de la caminata referida, así como tres grabaciones de vídeo, regalándote la visión y audición de alguna de las delicias que nos brindó el paseo, aporto la ficha del tilo de la web http://www.floradecanarias.com/ así como algunas imágenes de flores y frutos del árbol extraídas de la web atlasruraldegrancanaria.com