De Vallehermoso a Playa Santiago 


Homenaje a mi padre 


"In memoriam"


24/8/2019

 

Este sábado teníamos programada una caminata desde un tiempo antes y la verdad es que el tiempo atmosférico no acompañó, pero, aún así, la afrontamos. Esta caminata trataba de ser un homenaje a las que mi padre hacía, en su juventud, para vender fruta en destino, de los propios terrenos familiares, y traer pescado para vender en su propio pueblo. Eran actividades de pequeño comercio en las que se involucraban diversas familias del municipio; y no solo a Playa Santiago, también a Valle Gran Rey y otros destinos.

 

Así pues, un par de décadas antes, nuestro propio padre nos iba a guiar en este recorrido, pero apenas iniciada la caminata, hubo que abortarla porque nos avisaron de la existencia de un incendio en el monte. Y se quedó aplazada, sine dia, hasta que, por fin, mi hermano Kiko y yo la hicimos, en pleno verano, con alrededor de 30 grados de temperatura.

 

Pero no la pudimos llevar a cabo por el camino de la Cruz de la Cuesta, que es el que se utilizaba, en esencia, para este cometido, ya que, como hemos comentado, está proscrito, en la actualidad, por las labores de exterminio de mamíferos introducidos, en este propio camino, y el día que hicimos la caminata, porque la cantidad de maleza impedía su tránsito, lo que había podido advertir, yo, en la caminata número 37 de esta sección, llevada a cabo apenas un mes antes, el 23 de julio. 

 

Así que subimos por el camino que desde los Loros lleva a la Meseta, primero, y a los risquillos de Corgo, a continuación, para seguir, a lo largo de la carretera dorsal GM-2, hasta la Laguna Grande, donde pudimos refrescar y continuar por el sendero paralelo a la misma vía que nos llevó hasta Contadero, donde volvimos a tomar la dorsal GM-2 hasta el cruce de Pajaritos y luego la secundaria que conduce hasta Alajero, quedándonos en la presa de Acanabre, desde donde bajamos por la vertical de Imada hasta este caserío, atravesado el cual, alcanzamos, en un pis pas, Alajeró y luego Targa y tras una interminable bajada en zigzag, por la otra ladera frente al aeropuerto, alcanzar Playa Santiago, diez horas después de salir, habiendo recorrido 35 kms. ascendido 1.100 metros y descendido 1.300. Contaba mi padre que, en plena actividad, y con carga máxima, hacía este recorrido en unas 8 horas, más o menos. 

 

¡¡¡In memoriam!!!!