De Vallehermoso a las Hayas
por Santa Clara y vuelta por Corgo
19/5/2020
Mi último día laboral fue el viernes 16 de mayo de 2020 y primer lunes casi jubilado, porque estaba disfrutando las vacaciones previas al retiro, arranqué por un camino que no utilizo mucho, más por tradición que por otro motivo,pues es buenísimo. Es el que en la red pedestre que nace en Vallehermoso designé con el número 13.
Subí por los Rosales y la Hoya, me acerqué al camposanto municipal, subí por el barranco de Clavo y la Era Nueva y llegué a la ermita de Santa Clara, desde donde pude divisar la playa y los roques de Arguamul, amenizado por el canto de los gallos.
Tomé la cordillera de Teselinde hasta Epina, de donde me dirigí, pasando por los chorros de Épina y la ermita de San Isidro, al palo que salta, la meseta de Alojera, el mirador de los Barranquillos, la cañada de Jorge, tras atravesar la GM-1, el Raso la Bryma, el jardín delas Creces, que mosrtraba muchísimos geranios silvestres o patas de gallo en flor y el caserío de Las Hayas, donde me quedé con las ganas de visitar casa Amparo, porque seguía trancado por las restricciones propias de la época, epidemiológicamente hablando.
Entonces, tiré patrás, hasta el jardín de las Creces, de nuevo, y los risquillos de Corgo, bajé hasta la presa de los Gallos, seguí hasta los Loros y luego bajé por el barranco del Ingenio hasta el punto de partida. Cuando llegué a casa había hecho 32 kms, había subido y vuelto a bajar 1.000 metros y había invertido 9 horas. La sensación vital era de plenitud máxima. Junto a un mapa de la ruta y unas cuantas fotos seleccionadas entre las numerosas que hice, te invito, de nuevo, a sumarte a este tipo de iniciativas.