De Vallehermoso a las Rosas 

por los Manantiales

1/2/2020

 

Este primer sábado de febrero, en las cercanías del comienzo del confinamiento y también de mi jubilación laboral, partí, a las 8 de la mañana, desde el centro del pueblo de Vallehermoso, por la carretera del Ingenio, hacia los Loros, donde tomé el camino que lleva, primero, a la Meseta y, a continuación, a los risquillos de Corgo, para alcanzar la carretera dorsal, GM-2, y la entrada al jardín y cañada de las Creces, desde donde me dirigí a las Hayas, atravesando este caserío y bajando al cauce que conforman dos barrancos, separándolo de el Cercado, para cuya consecución hay que volver a trepar desde el fondo del barranco un desnivel similar al bajado previamente.

 

Desde el Cercado alcancé, en seguida, lomo Chejique, que separa este pueblo de Chipude, llegué a los Manantiales, y, desde aquí, a través de un sendero que cruza un hermoso pinar, hasta la subida al alto de Garajonay, casi en su cima, desde donde bajé a Contadero, primero, y las Mimbreras, después, para atravesar la pista forestal que desde el Cedro alcanza Meriga y su arboreto, para a continuación llegar a la Palmita y, por fin, a las Rosas, a las 7 de la tarde, 11 horas después de la partida, tras haber caminado 44 kms, hecho unos 60.000 pasos y haber realizado un ascenso de 1.100 metros, que si bien no se bajaron en su totalidad, ya que el punto final del recorrido se encuentra unos 200 m más elevado que el punto de partida, precisa añadirle diversas bajadas y subidas intermedias como la existente entre las Hayas y el Cercado.